La drácena
La Dracaena, o Drago, es un tipo de árbol y arbusto tropical que ha llegado a convertirse en una estupenda planta foliácea de interior. Esta planta debe situarse en sitios donde no de el sol de plano, pero que sean cálidos y a ser posible húmedos. En los trópicos, su lugar de origen, llegan a alcanzar los 20 metros y su florecimiento suele producirse de abril a junio.
Aunque el Drago, de la familia de las liliáceas, puede llegar a adquirir un desarrollo impresionante con tan sólo un manojo de hojillas parecidas a los lirios, en interiores y con grandes cuidados sólo darían a alcanzar los dos metros como máximo, y aún así tardaría años en conseguirlo.
Con frecuencia se puede conseguir la Dracaena con el Lirio Cachiporra (Cordyline), pariente suyo de gran parecido. Para diferenciarlos es muy sencillo, sólo hay que buscar las amarillas raíces del Drago, tan características de este tipo de planta. Las del lirio, por su parte, son blancas.
Situación en el hogar y sus cuidados
En la vivienda común sólo se pueden tener, sin suponer un gran gasto, dos tipos de las dracaenas, la Fragans 'Rothiana' y las especies de hoja verde. Estas especies soportan sin ningún problema la claridad y en el invierno pueden aguantar hasta 12º ó 14º de temperatura. Las demás especies y variedades son más difíciles de contentar, sobre todo en lo que respecta a temperatura y humedad del aire.
Por lo tanto, lo mejor es colocarlas en lugares que tengan mucha claridad y que sean calientes, sin olvidar que el sol directo no las conviene en absoluto. Es muy beneficioso para que duren largo tiempo que se las riegue y rocíe con regularidad, excepto durante los meses que van de octubre a febrero porque descansan, así que durante ese tiempo la cantidad y periodicidad del riego debe disminuir, con la excepción de las especies antes mencionadas y la 'Rothiana'. No es bueno tenerlas en habitaciones donde la temperatura sea inferior a 18 o 20º y lo más indicado, por lo tanto, para su cuidado son las ventanas tropicales o mini invernaderos totalmente climatizados.
Es conveniente que cada dos o tres años se las cambie de maceta, aunque no a una mucha mayor. Cuando se lleve acabo el traslado hay que cuidar, sobre todo, el no lesionar sus sensibles raíces. Para el cambio es recomendable comprar una tierra que sea mezcla de tierra vegetal, brezo turba y arcilla, aunque también puede emplearse tierra normalizada. Cuando adquieran un tamaño considerable es aconsejable ponerlas fertilizantes cada semana, antes no.
Problemas comúnes
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